miércoles, 1 de diciembre de 2010

LAS COSAS COMO DE QUIÉN VIENEN


Cuando La Nación titula ayer “Un despiadado retrato de los Kirchner” la nota sobre las revelaciones sobre la diplomacia estadounidense, imagino que no se le escapará a su secretario de redacción que está tomando partido y dándole entidad de “retrato” a las cosas que dicen El País de España y Le Monde de Francia, que dicen los documentos filtrados.

Más allá de que en ningún lugar de la nota de La Nación explica (como sí lo hace El País) que el pedido de perfiles (incluyendo datos médicos) de los presidentes es muy común por parte de la diplomacia de Estados Unidos, digo, más allá de este detalle, hay algo que no termino de entender: ¿La importancia que tienen para la Argentina las cosas que se filtraron?

Estamos hablando de informes de la Embajada de Estados Unidos sobre observaciones propias y comentarios “hechos por protagonistas” y análisis de sus diplomáticos sobre la Presidenta y el ex presidente Néstor Kirchner.

Según estos informes, Estados Unidos critica “ineptitud para las relaciones internacionales y la economía”. En este caso, lo raro no es la crítica, sino la entidad que se le da en nuestro país al crítico.

“Ineptitud para las relaciones internacionales”: Si tenemos en cuenta que aquel que pone esta crítica hoy está en el centro del mundo por su manejo de las relaciones internacionales, y salen los que otrora eran grandes inquisidores de la Humanidad a criticar a quien filtró los datos y a pedir perdón como niños de 4 años, convengamos que no es tan tremenda la crítica.

Si a eso le sumamos, que incluyen en esas críticas a las declaraciones desmedidas que hizo al llegar a la Argentina el nuevo secretario de Estado yanki para la región, metiéndose de lleno en la economía argentina en su primera declaración, tampoco parece el gran diplomático de las relaciones internacionales.

Por último, si medimos que el gobierno que critica las relaciones internacionales de la Argentina, (valiéndose solamente del hecho irrefutable que señala que 4 de sus submarinos atómicos tienen el mismo poder bélico que la segunda potencia mundial) tensa y miente descaradamente en las relaciones internacionales con el “Eje del mal”. Bueno, va cerrando un poco el tomar las cosas como de quien viene.

Ahora, sobre la crítica a la economía argentina, las cosas ya se tornan graciosas. Quien critica fue el epicentro de una burbuja que al explotar arrastró a todo un sistema financiero a la crisis más profunda después de la del 30.

Sin ir más lejos, el mismo día que salieron estos papers a la luz, el presidente del país otrora dueño del mundo, le anunciaba a su pueblo que durante DOS AÑOS se iban a congelar los salarios de los empleados públicos. Digo, no parece una medida política de un gobierno que manejó su economía en forma excelente.

Ayer ya estaba claro que los Estados Unidos no tienen mayor entidad para criticar política internacional y económica, no sólo de la Argentina, sino casi, de ningún país del mundo. Pero nos quedan dos temas, a saber: La denominada por los medios argentinos “salud mental” y el chiste de gallegos de la tapa de Clarín de hoy.

Salud mental: Coincidimos todos que no es lo mismo hablar de salud mental, que de estado mental, bueno, todos menos algunos periodistas argentinos, que aún citando la frase textual en inglés, siguen hablando de salud mental.

Ahora, Estados Unidos pregunta sobre el estado mental de los presidentes de otros países del mundo y no repara en el pequeño hecho que fue gobernado durante ocho años por un alcohólico que camina por la vida al borde de una deficiencia, es decir, es un borderline, y que debido a esta personalidad libró una guerra y hundió con ella su economía.

Chiste de Gallegos: Estaba el Clarín en el puesto de diarios y yo no pude parar de reirme todo el viaje luego de leer el título de tapa: “España advirtió sobre la corrupción en Argentina”. Convengamos que es gracioso desde todo punto de vista.

Primero, me acabo de enterar que España es el reservorio de moral y ética de la Humanidad. Segundo, habría que avisarle al gobierno español, que antes de comenzar a negociar las privatizaciones de telefónicas, bancos y petróleo en América Latina, España era considerado África para los europeos, y se caía del Tercer Mundo.

Quizás, las preocupaciones que los funcionarios españoles le transmitieron a los de la diplomacia yanki, tienen que ver más con que se iban dejando de lado las prácticas súper transparentes que les permitieron en los 90 adquirir la telefónica, el petróleo y los bancos argentinos, y luego, le permitieron a un país impresentable desde lo administrativo, financiero y económico, participar del escudo económico que hundió a nuestro país en el final del desgobierno de la Alianza.