Cada vez que empiezo unas líneas, lo primero que hago es buscar en el diccionario la definición de lo que es mi idea central, pero esta vez, el Diccionario de la Real Academia Española, lo único que hace es complicar lo simple.
Porque hablar de un militante, es algo simple, es hablar, básicamente, del corazón de un movimiento, de las funciones simples de un corazón, hasta las literarias, hasta las vitales: sin corazón no hay vida, sin militante no hay movimiento.
Puedo seguir por lo abstracto muchas líneas más, incluso, podría hacerlo sin aburrir demasiado, porque hay tantas cosas para decir de un militante, desde su aporte fundamental al movimiento, pasando por sus acciones y por la mención de grandes militantes, como Néstor, para que en él se vean nombrados todos aquellos desconocidos que hacen fuerte al proyecto.
Pero no, la idea, si María Belén (@belulito) me lo permite, es anclar la gran figura del militante en hechos concretos, que no son del ’72, que no incluyen directamente a los militantes históricos del peronismo, y que, lamentablemente, son actos de militancia que ni siquiera salen en los medios de comunicación.
@belulito estudia en el IUNA y hace más de dos meses que no puede tener clases porque el instituto está tomado por gente del Partido Obrero y otras organizaciones de izquierda. No es tema de mayor reflexión acá, pero a uno le escapa al entendimiento qué se puede lograr con “cerrar” más de dos meses esa casa de estudios, pero son las cosas que uno no va a comprender.
@belulito, junto a muchos de sus compañeros no soportaron estar dos meses sin clases y fueron, pacíficamente, a pedir que termine la ocupación del IUNA. Llegaron, se sentaron, y pidieron que se desaloje el instituto para poder recibir las clases, en lugar de eso, recibieron una paliza, sin diferenciar hombres de mujeres, golpes, piñas, patadas y gas pimienta usaron los muchachos del PO con ayuda de la FUBA para amedrentar a esos alumnos que querían tener clases.
@belulito, volvió muy triste, indignada, buscando entender lo inentendible, con el dolor de ver que aquellos que levantan las banderas de la solidaridad puedan ser tan dañinos y funcionales a la derecha. Estaba muy triste Belu, y lo evidenciaba de todas las formas posibles: por Twitter, buscando también que algún medio se hiciera presente en el IUNA, armando un especial con las fotos de la marcha y de la agresión.
Pero, @belulito, y esto lo digo mirando todo desde afuera, por eso necesito el permiso de ella para seguir, digo, creo, que @belulito descubrió dentro suyo la germinación de ese sentimiento que fuerte que renació en nuestro país a partir del 2003, que se consolidó con el gobierno de Cristina y explotó con el paso a la eternidad de Néstor. Belu, se sintió militante y quizás, supo en ese momento, que siempre fue militante.
Ahora, los alumnos militantes del IUNA van a buscar otra vez que los patoteros del PO y de la FUBA entiendan que no pueda estar cerrado un lugar como ése, y que la aberración que hicieron la semana pasada, golpeando a gente a diestra y siniestra (qué claro que queda en este episodio esa definición de derecha e izquierda, muy triste…) la tendrán que pagar de alguna forma, en algún momento, porque aunque los dinosaurios de esa izquierda que no hace más que traicionar a Trotsky a cada rato, no quieran, en el UINA se armó un grupo militante, que tiene un objetivo claro y que no va a claudicar en sus esfuerzos para lograrlo.
El Objeto Volador Justicialista IUNA ya está militando, y valga para ellos, y especialmente para @belulito (y en ella a todos esos militantes tan buena gente que descubrí en Twitter, que no los nombro porque saben quienes son, porque hablamos todos los días) este abrazo gigante para todos los militantes, corazón del movimiento, fundamento vital de la política, en este día tan especial.

Muchas gracias nico, la verdad que nos sentimos muy acompañados!!! Gracias otra vez!!!!!
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